Papá, mamá... ¿qué hacen tus hijos cuando no los ves?
- Elizabet
- 11 feb 2018
- 2 Min. de lectura
¿Tienes hijos? Edúcalos y enséñales a obedecer desde su niñez. ¿Tienes hijas? Cuida su virginidad, no seas demasiado indulgente con ellas. Sirácides 7,23-24

¿Qué hacen nuestros hijos cuando nos los vemos? tal vez esta pregunta ha ocupado en algún momento nuestra mente y nos adentra en un sinfín de respuestas, ideas o quizá hasta imaginaciones no tan atinadas.
Sin embargo, es importante e interesante que tú, papá, al igual que yo, nos detengamos un momento para pensar un tanto en la importancia que tiene saber qué es lo que nuestros hijos hacen, piensan o programan hacer en su vida.
En la actualidad, el mundo de la globalización, la tecnología y la diversidad de culturas distraen a nuestros hijos de los valores que inicialmente conocieron en el núcleo familiar, esto sin duda, debido al nulo o poco tiempo que les dedicamos; pues hoy, los papás nos hemos dejado absorber demasiado por el trabajo, saliendo desde muy temprano a trabajar y llegando ya tarde; en ocasiones el cansancio no nos permite preguntarles ¿cómo están?, ¿cómo les fue? o ¿qué les hace falta?, pues lo más importante en ocasiones es acumular más y más, haciendo del trabajo y el dinero “nuestro dios” .
Recordemos que Dios Padre, creador de todo el universo, nos bendijo con un esposo o esposa y luego sus bendiciones fueron derramándose sobre nosotros en la procreación, la espera y la llegada de cada uno de nuestros hijos, despertando en cada madre o padre el deseo y la responsabilidad de amar, cuidar y educar a nuestros hijos; por eso es importante que retomemos el compromiso que prometimos a Dios para con nuestros hijos y, entonces también despertemos en ellos el interés por vivir, sonreír, estudiar, ser útiles y responsables.
Además, que el interés que tengamos por cada uno de ellos haga despertar y poner en práctica el cuarto mandamiento de la ley de Dios “honraras a tu padre y a tu madre”, y entonces anhelar tener grandiosos hijos, evitando así, atentados en contra de su vida, suicidios, cambios de personalidad, desordenes sexuales, delincuencia, narcotráfico y consumo de drogas, alcohol y muchos vicios más.
Es importante que a partir de hoy dediquemos un tiempo y también busquemos un espacio para dialogar con nuestros hijos, evitando ser pesados con ellos; que tu pregunta a partir de hoy sea ¿qué puedo hacer por ti?.
Escúchalos. Atiende a lo que te dicen y actúa en lo que necesiten, enséñales a trabajar, no le destruyas la vida, acercándoles todo y resolviéndoles la vida, se testimonio bueno para tus hijos, porque ahí está el verdadero amor.
