¿Por qué orar por las vocaciones?
- Pastoral Vocacional
- 11 feb 2018
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La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Creador.
Santo Cura de Ars Sermón sobre la oración
La oración es el medio más fácil para comunicarnos con Dios y decirle lo que queramos; es decir, podemos alabarlo, agradecerle, reconocerlo, ofrecerle, pedirle, platicarle de nosotros o de los demás.
La vocación es un llamado de amor que Dios nos hace para acoger con alegría y disponibilidad concreta y coherente su proyecto al ministerio ordenado, a la vida consagrada o la vocación laical en el matrimonio, la familia o la soltería, incluso a buscar el bien común mediante una ocupación u oficio, aunque esto implique arriesgar la propia existencia o tomar la decisión de un cambio radical de vida.
Los adultos sabemos que nuestra historia de vida se fue construyendo por momentos de dudas e incertidumbre o de toma de decisiones equivocadas porque casi nunca nos detuvimos a discernir nuestra vocación.
El discernimiento vocacional consiste en escuchar y estar atento a la voz del Espíritu de Dios que se manifiesta en los acontecimientos cotidianos. Sin embargo, los jóvenes actuales están invadidos de distractores como son los diversos medios de comunicación que los aíslan y confunden; dejándose llevar por la lucha de poder, el egocentrismo y la vanidad como su único sentido de vida.
Por lo que, si la Iglesia nos invita a encontrar, acompañar y cuidar de todos los jóvenes y adolescentes sin excepción alguna, tenemos la responsabilidad de orar con insistencia por ellos, especialmente por los jóvenes marginados.
Cuantas veces no nos hemos quejado de que no hay sacerdote que administre un sacramento para nosotros, por eso es bueno y necesario recordar las palabras de Cristo: La mies es mucha, y los obreros pocos. rueguen, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies (Lucas 10,2).
