La Anunciación del Señor

En el Evangelio de san Lucas podemos leer el pasaje de la Anunciación del Señor (Lucas 1, 26-37) la visita del ángel Gabriel, enviado por Dios a la virgen María para anunciarle que sería la Madre del Verbo por la gracia del Espíritu Santo. Ella, consiente de su dignidad y al mismo tiempo su pequeñez, se entregó a la voluntad de Dios.

Celebramos la Anunciación el 25 de Marzo por ser 9 meses antes de la Natividad del Señor.

María es un nombre que significa la hija preferida de Dios y en verdad corresponde muy bien este significado a lo que en realidad ha llegado a ser ella, la hija que más quiere Dios; la mujer que más gracias ha recibido de Dios, llena de gracia quiere decir muy simpática para Dios, si ella hubiera tenido algún pecado, no habría sido totalmente simpática para nuestro Señor, pero no tuvo ni la más mínima mancha de pecado, fue concebida sin mancha de pecado original.

No temas, es una frase que en la Santa Biblia se repite muchas veces, dirigida hacia las personas que Dios elige para sus grandes obras, y es la misma frase que el ángel dice a María, para anunciarle que sería Madre de Jesús.

He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra, es la respuesta de aceptación de la Virgen, y en aquel momento el Hijo de Dios se encarnó y se hizo hombre en el vientre Santísimo de la Virgen María.

Día grande y mil veces bendito en el que Dios se vino a vivir entre nosotros. Cada vez que rezamos el Avemaría saludamos a la Virgen con el mismo saludo con el que la saludó el ángel en el día más feliz de su vida, en el día de la Anunciación, cuando ella empezó a ser Madre de Dios.